En el año 2017, Elizabeth Rondón publica un artículo producto de su investigación científica en el que nos relata los beneficios de leer cuentos a los niños, especialmente antes de dormir.
Dentro de los beneficios que resultan de este hábito se encuentra la estimulación de la creatividad y memoria. Esta última la podemos estimular cuando le preguntamos a los pequeñitos qué fue lo que más les gustó del cuento y quién fue su personaje favorito. Incluso comentar el cuento o la historia al día siguiente.
Otro gran beneficio es la estimulación el lenguaje. Como papás podemos notar cuando una palabra es nueva para los peques, es importante hacer una pausa y explicarles qué significa, incluso con ejemplos para que sea más claro para ellos.
Los cuentos también nos permiten, a nosotros los padres de familia, enseñar valores y principios. Durante la narración podemos fácilmente ejemplificarlos. Para los niños es más fácil comprenderlos pues están imaginando la situación y pueden empezar a poner en práctica la empatía con los personajes.
Para finalizar, uno de los principales beneficios que resalta la investigadora, es sin duda el vínculo afectivo que se crea entre padres e hijos. El tiempo que le damos a los pequeños, la plena atención que les brindamos, hacen que los peques se sientan amados y atendidos. Es un tiempo especial que todos los niños deberían de disfrutar con mamá o papá