En casa, entre la comida, las tareas, el trabajo y los mil pendientes del día, puede ser difícil notar cuándo nuestro peque está pidiendo, sin palabras, un poco más de estructura.

¿Qué tan seguido prestamos atención a las emociones de nuestros peques?

Encontrar tiempo de calidad con los niños puede parecer un malabarismo constante cuando trabajas tiempo completo.

¿Te suenan familiares estas preguntas? "¿Por qué le cuesta tanto esperarme?" "¿Cuándo aprenderá que las cosas no son cuando él/ella quiere?"